La lactancia materna es la forma ideal de alimentar a los lactantes, aporta gran cantidad de nutrientes que son necesarios para un crecimiento y desarrollo saludable, por lo que se recomienda de forma exclusiva los primeros 6 meses de vida, y de forma complementaria por lo menos los 24 meses, sin embargo, recuerda que tanto la mamá como el bebé son los que deciden la duración de esta etapa.
Durante esta etapa pueden surgir muchas dudas por lo que es importante resolver estas preguntas con el apoyo y la asesoría de un profesional de la salud, para prevenir problemas y molestias que comprometan el vínculo materno-infantil.
¿Estoy produciendo la cantidad de leche adecuada para mi bebé?
La producción de leche materna es un proceso que responde a la demanda generada por la succión del bebé a través de los pezones. Esto significa que la producción depende principalmente del enganche adecuado bebé-pezón y la frecuencia de toma.
La cantidad de leche va a variar con el tiempo, ya que el cuerpo va adaptándose a la demanda generada por tu bebé. Una recomendación para seguir garantizando una producción adecuada es dejar que se vacíe todo un pecho, para poder ofrecer al bebé el otro pecho, si fuera necesario.
Puedes confirmar que tu bebe recibe suficiente leche con las siguientes señales:
La orina de tu bebé es clara o amarilla pálida
Tu bebé tiene al menos 3 evacuaciones intestinales durante las primeras semanas
Tu bebé se muestra contento y satisfecho después de alimentarse
Tu bebé amamanta entre 8 y 12 veces al día durante, al menos, los primeros 2 meses
Sí tienes alguna preocupación de las señales anteriores o sospechas que está disminuyendo significativa o abruptamente la cantidad de leche que produces durante la maternidad, debes consultar a un(a) médico(a) o un(a) especialista en lactancia. Considera que entre las causas de baja producción de leche se encuentra:
Tomas o sesiones de lactancia muy espaciadas
Complementación de la lactancia con fórmula láctea, lo que deriva en una demanda menor de leche materna
Enganche (agarre del pezón por la boca del bebé) o succión ineficaz, solucionable con asesorías de lactancia
Enfermedades de la madre, como diabetes mal controlada, obesidad y presión arterial alta inducida por el embarazo
Nacimiento prematuro
Un(a) especialista de lactancia te podrá asesorar sobre la mejor posición para ti y tu bebé durante las sesiones de lactancia, sugerir estrategias para mejorar la producción de leche y despejar tus dudas sobre la alimentación de tu bebé.
¿La forma de mis pezones o senos puede afectar la lactancia?
Como mencionamos en la respuesta anterior, la lactancia depende principalmente del enganche del bebé y la frecuencia de toma, no de factores asociados a la forma o tamaño natural de los senos o pezones.
Algunos de los mitos más comunes relacionados a la forma natural de los pechos o pezones, que no interfieren con la lactancia materna son:
Una mujer con senos pequeños no producirá suficiente leche materna para alimentar a su bebé
El recién nacido tendrá dificultad para alimentarse a través de pezones que no sobresalen notablemente de la areola (zona oscura alrededor del pezón)
Los pezones planos o invertidos impiden la lactancia
Por último, no te preocupes si los primeros días la prensión o succión del bebe no es tan eficaz, considera que tu cuerpo está constantemente adaptándose a esta nueva etapa. Además, existen estrategias mediante las cuales puedes ayudar a mejorar el agarre o succión.
Antes de recurrir a cualquier método quirúrgico o accesorio, consulta a un especialista en lactancia, ya que hay métodos de estimulación casera que pueden facilitar la lactancia.
¿Qué cambios son normales, y cuáles anormales, en mis senos durante la lactancia?
Durante el embarazo y periodo de lactancia, los senos experimentan muchos cambios provocados por los cambios hormonales y la producción de leche materna. Es importante identificar cuáles son normales, y cuáles requieren de revisión o supervisión profesional.
Dentro de los cambios normales se encuentran:
Aumento de 2 o hasta 3 veces del tamaño de los senos
Endurecimiento que puede producir dolor, el cual disminuirá al amamantar a tu bebé
Cambios en el color del pezón o areola
Comezón o picazón causada por el estiramiento de la piel, o resequedad
Si presentas alguno de los siguientes signos o síntomas, consulta a un médico o especialista en lactancia:
Aparición de grietas u hoyuelos, se necesita mejorar la técnica de amamantamiento.
Bulto(s) en el pecho que pueden ser causados por bloqueo de los conductos mamarios o infección.
Endurecimiento acompañado de dolor, calor y enrojecimiento de los senos. A veces, estos síntomas van acompañados de fiebre y escalofríos.
Estos cambios se pueden manifestar diferente de una mujer a otra, para cualquier duda o sospechas puedes buscar una consulta médica en línea o presencial.
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